Modelo Constructivista – humanista basado en la neuropsicología aplicada a la educación porque respalda a los alumnos para que puedan construir sus propios conocimientos de forma gradual, sin ser transmitidos por el docente. El error se considera como algo necesario, ya que este también aporta saberes y en muchas ocasiones se puede considerar como un momento creativo.
Desarrolla las bases neurológicas, promoviendo el desarrollo de habilidades psicomotrices, cognitivas, lingüísticas y sociales que son la base para aprendizajes de calidad, el niño piensa con el cuerpo y razona con las manos.
Los alumnos adquieren la lectoescritura a través de su nombre y el de sus compañeros como palabra generadora de aprendizaje teniendo como eje rector el juego donde el alumno se expresa de forma libre y creativa.
Aquí el maestro es un profesional autónomo que debe reflexionar sobre su práctica e identificar las necesidades de los pequeños, impulsado el pensamiento crítico, creativo y reflexivo. A su vez, usará los fallos que detecte como un indicativo de la necesidad de modificar el proceso.
Humanista porque forma hábitos y actitudes en los estudiantes como miembros que forman parte de una sociedad global, proporciona elementos cognoscitivos indispensables para comprender mejor el mundo.
Líder con presencia y gran capacidad de influencia en su entorno que comparte y promueve la mejora de la comunidad.